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lunes, 27 de junio de 2011

Posible mejoría para pacientes con Parkinson

Parkinson es el segundo trastorno neurodegenerativo más frecuente, precedido sólo por el Alzheimer. Se estima que en Puerto Rico más de 20,000 personas sufren de esta enfermedad.

Entre los problemas más comunes que enfrentan estos pacientes está la dificultad al tragar o disfagia. ¿A qué se debe? Uno de los síntomas del Parkinson es la pérdida progresiva del control muscular, incluidos los 50 pares de músculos y nervios que controlan el proceso desde que se traga la comida hasta que llega al estómago. Esta dificultad para alimentarse puede producir deshidratación, desnutrición, pérdida de apetito, pulmonía por aspiración y más.
En Puerto Rico, las evaluaciones y terapia de tragado son poco conocidas. La terapia de tragado no es lo mismo que terapia del habla, aunque es una patóloga del habla especializada en el área de tragado quien ofrece el servicio.

Aun cuando las consecuencias de no poder tragar bien son muy peligrosas y el alimentarse es esencial para la vida, curiosamente para muchos pacientes de Parkinson su prioridad es mejorar sus destrezas de comunicación. Ellos quieren que los entiendan cuando hablan, pues esta destreza se afecta en dos aspectos:
El volumen de la voz disminuye. En algunos casos la voz se torna “temblorosa”, para lo cual hay ejercicios que incluyen trabajar la respiración.
La fuerza y el movimiento de los articuladores de la boca, responsables del habl,a también disminuye, por lo que el habla se torna lenta, la pronunciación no es tan exacta como antes, se pueden quejar que les pesa la lengua.
Por el contrario, en una minoría de ellos su habla se torna excesivamente rápida, lo que también hace difícil entenderlos.
No importa que la condición sea progresiva, un alto porciento de los casos de pacientes con Parkinson que han recibido tratamiento y se han comprometido con el seguimiento en el hogar han progresado.

Mientras antes comience con el tratamiento, mejores serán los resultados; pero mientras más tarde y agudos los síntomas, más difícil será la rehabilitación. Lo peor es no hacer nada. Visita a tu médico

Influye genética en las adicciones

Nora Volkow, directora del Instituto Nacional de Abuso de Drogas de Estados Unidos, afirmó que la adicción es un problema complejo, ya que se calcula que 50% de la vulnerabilidad de ser adicto es hereditaria.

Sin embargo, aseguró, también hay factores sociales adversos durante la niñez o la adolescencia que incrementan el riesgo de consumir algún tipo de droga legal o ilegal.
Al dictar la conferencia El cerebro adicto, en los institutos nacionales de Cancerología y de Enfermedades Respiratorias, la especialista resaltó que estudios recientes han permitido identificar factores genéticos que influyen tanto para potencializar la acción de experimentar con drogas como para adquirir la adicción.
“Hay personas que tienen mayor susceptibilidad para adquirir una adicción, al contrario de otras que aunque sean consumidoras habituales nunca la adquieren”, precisó Volkow.

También ahora, comentó, se conoce que los factores sociales adversos en la niñez o adolescencia como es el abuso emocional, físico, sexual, abandono o disfunción familiar, aumentan el riesgo de adquirir una adicción.
Lo anterior, dijo es una hallazgo muy importante, porque hasta el momento los factores genéticos no se logran modificar, pero sí los sociales y es precisamente ahí donde se tiene una gran oportunidad de prevención contra las adicciones.

Ante la comunidad médica, dijo que las adicciones se consideran una enfermedad del desarrollo, ya que, a diferencia del cáncer, Parkinson o Alzheimer, que ocurren después de los 50 años, las adicciones se presentan en la juventud y en algunos casos desde la niñez.
Lo anterior resaltó, indica que la adolescencia es la etapa más vulnerable tanto para experimentar con drogas como para adquirir una adicción y a menor edad de inicio de consumo, mayor el riesgo de que el individuo sea vuelva adicto.

Algunos de los factores que aumentan la susceptibilidad del adolescente a la adicción es la falta de madurez de su cerebro, lo que lleva a cometer actos impulsivos, además de que sus emociones son más intensas, y esto se traduce en un mayor riesgo de consumir drogas.
También son más vulnerables porque el cerebro tiene mayor plasticidad, lo cual facilita el aprendizaje, pero también los efectos de las drogas pasan más rápido, de ahí que se vuelvan adictos.