En días pasados la Corte Constitucional colombiana le ordenó a las entidades prestadoras del servicio de salud incluir en sus planes obligatorios un tratamiento integral para las personas afectadas por trastornos alimenticios como bulimia y la anorexia. En la población joven, sobre todo, es donde más se presentan casos de esto.
Y es que la mayoría de esta población en las sociedades desarrolladas de hoy, se muestra preocupada por su peso y su figura. En gran medida, dicha situación se encuentra relacionada directamente con la influencia que sobre ellos ejercen los medios de comunicación, los cuales vinculan el éxito personal y profesional a un determinado aspecto físico.Con el fallo, la Corte vio necesario abordar este tipo de enfermedades que cada vez son más frecuentes, y que además de ser un problema con implicaciones graves para la salud física, presenta también una dimensión psicológica y social que hacen complejo su tratamiento.
La Corte señaló: “este tipo de pacientes necesitan un tratamiento integral”, e insistió en que “se debe incluir un programa serio de diagnóstico y rehabilitación”. Todo esto gracias a una tutela interpuesta por dos jóvenes, luego de que sus EPS se negaran a atenderlos.
“Cabe recordar que una de cada cinco personas que sufren la anorexia puede llegar a morir. Las consecuencias médicas más frecuentes para quienes la padecen, al igual que la bulimia, pueden ser de tipo cardiaco o renal”, explica Alba Luz Ripoll, nutricionista del Hospital Universidad del Norte.
También se puede presentar osteoporosis, producción exagerada de vello y hasta pérdida de la menstruación. “La calidad de vida se disminuye y los problemas familiares se pueden agudizar por esta situación”, indica la especialista Claudia Pimentel, del Centro Oliver Pyatt.
La anorexia y la bulimia son enfermedades que se encuadran dentro de trastornos psicológicos que presentan graves anormalidades en la conducta alimentaria. Pero ambas se diferencian en el modo en que el paciente percibe su sobrepeso y los modos de disminuirlo, si bien los dos casos muestran la significativa preocupación por el peso y la figura.
Según la doctora Ripoll, la anorexia es un trastorno caracterizado por un deseo intenso de perder peso, con miedo a la obesidad y a la alteración de la imagen corporal, que hace ver obesos a quien la padece, aunque realmente estén delgados. Para perder peso estas personas recurren a la restricción alimentaria, práctica de ejercicio físico o conductas purgativas.
Mientras que la bulimia “es un trastorno que conduce a ingerir gran cantidad de alimentos en un corto período de tiempo, lo cual es seguido de conductas compensatorias para evitar el aumento de peso, como ayuno, vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, uso de diuréticos y ejercicio físico excesivo”, señala Ripoll.
Actualmente, el tema está tomando grandes niveles en América Latina e incluso supera lo que pasa en Estados Unidos. En Colombia, ya se han reportado 800 mil diagnósticos. “Medellín es la capital de la moda en Latinoamérica y esto origina serios problemas en las jóvenes modelos y en las que quieren serlo. El 17% de las niñas de esa ciudad tienen algún tipo de desorden alimenticio identificado. Ese numero es elevado”, añade la doctora Pimentel.
Sin lugar a dudas, es importante aprovechar la coyuntura del fallo que tomó la Corte para alertar sobre lo peligrosas que pueden ser estas enfermedades para la vida humana. De este modo, se podrá abordar la problemática como debe ser, un trastorno en la salud de quienes lo padecen, sólo así se podrá enfrentar del modo apropiado.
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